¿Para qué sirve el Coaching empresarial?

Si formas parte de una empresa (ya sea por cuenta propia o ajena), sabrás de primera mano que la empresa es básicamente un concentrador de problemas (si utilizamos una construcción positiva, un “cúmulo de retos y aprendizajes” ;-)). Hablo de adaptaciones a cambios normativos y legislativos, impuestos, regulaciones, cambios en el entorno económico y social, nuevas necesidades clientes, movimientos de la competencia, globalización, innovación tecnológica,… es una lista prácticamente interminable.
Pero sobre todo existe un aspecto vital, que si la empresa es capaz de actuar sobre él y enfocarlo, propiciará que todo lo anterior sea afrontado con mejores garantías. Hablo del principal recurso de una empresa, de su principal activo, las personas que allí trabajan. En este sentido me viene a la cabeza la famosa frase atribuida a Richard Branson, propietario de Virgin, “Los clientes no son lo primero, lo primero son los empleados. Si cuidas de tus empleados, ellos cuidarán de tus clientes”. Lo que a veces no tiene claro la empresa es precisamente eso, cómo cuidar a su gente.
Un acercamiento rápido podría estar en el plano económico: mejora del sueldo, incentivos, retribuciones en especie… Bien, no negaré que el dinero ayuda y suma, pero mi experiencia en el ámbito del desarrollo de personas y empresas me hace afirmar rotundamente que hay otras variables en juego, con un efecto multiplicador muy superior al de la esfera económica y por consiguiente, con un impacto más relevante en el compromiso con la empresa, en la productividad y en los resultados.
Elementos tales como el desarrollo profesional (planes de carrera), conciliación vida familiar, mejora personal en competencias tales como la inteligencia emocional, el trabajo en equipo, la automotivación, todo esto y más, forma parte del cada vez más empleado salario emocional, y es aquí donde el coaching empresarial entra en escena.
El coaching empresarial y organizacional va dirigido a todo el espectro de componentes de una organización: directivos, mandos intermedios, trabajadores/as sin responsabilidad jerárquica, partners, socios, etc… todos son susceptibles de mejorar para ofrecer un mejor versión de la compañía, aunque hay dos colectivos clave aquí: uno, las personas que gestionan personas; dos, las personas que son gestionadas por otros.
¿Qué puede aportar el coaching en este proceso de mejora y transformación de la empresa? No hay solo un beneficio, son múltiples los que se pueden obtener entre los que destaco:
- Genera una mayor colaboración y entendimiento, posibilitando un intercambio de experiencias abierto y sincero. Se trata de orientarse en las soluciones y no en los problemas, que todos se sientas que participan y aportan en la construcción de la organización, posibilitando la innovación, la creatividad, y el sentimiento de pertenencia
- Refuerza y modifica la cultura organizativa de la que todos los miembros se sientan orgullosos, y que justifique el para qué y por qué las personas quieren trabajar en la empresa.
- Facilita fluidez en la comunicación global de la organización, permitiendo conversaciones inteligentes, orientadas hacia la consecución de objetivos tanto internos como externos.
- Promueve el crecimiento de las competencias claves entre los miembros de la organización, para mantener altos estándares de calidad y competitividad.
El Coaching, lo entendemos desde TIM, como una competencia fundamental que ha de ser implantada y desarrollada en las organizaciones, ya que la misma fomentará el desarrollo del potencial individual y colectivo, generando una organización talentosa. Las empresas talentosas son las que son capaces de hacer fluir el 100% del talento disponible, y mejorarlo continuamente.